El concepto del lujo implica ostentación y, cuando se trata de ropa, la marca es probablemente el factor de ostentación principal. En una prenda de Christian Dior lo más importante es la etiqueta que, a estas alturas de la historia, es lo único que sigue implicando al mito; lo demás, todo el mundo sabe perfectamente (pero no le importa) que es añadido por terceros con buena voluntad.
De todos modos, tanto los capitalistas que usufructúan la herencia del mito en sus estructuras empresariales con marca heredada como los usuarios que se envanecen luciendo las prendas querrían
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